La otra cara del dolor

¿Sabías que 1 de cada 10 adultos en el mundo padece de dolores crónicos a raíz de distintos problemas como el cáncer, condiciones neurológicas e incluso, hasta la diabetes? Aunque las condiciones son distintas, todos los pacientes comparten dos síntomas: el dolor y agonía.

Las tazas de pacientes con padecimientos de dolores crónicos están en constante aumento y más aún en los últimos años. En KinFloat, trabajamos, todos los días con clientes de todas las edades que experimentan dolor.

Es por esto que la travesía para entender el comportamiento de los dolores y maneras más efectivas y viables para tratarlos, ha adquirido una nueva urgencia y nos interesa mucho . El artículo de National Geographic titulado, “A World of Pain” por Yudhijit Bhattacharjee (2020) resalta que la ciencia ha logrado avances en poder identificar cómo las señales de dolor se comunican con nuestro sistema nervioso y cerebro. Además, han hallado genes específicos que juegan un rol muy importante en las personas cuando se trata de regular y percibir el dolor; lo que explica porque todos tenemos una tolerancia distinta a los dolores. Sin embargo, no se ha visto avance en tratar dolores crónicos sin caer en adicciones o efectos secundarios.

El dolor crónico, que es definido como aquel que persiste por más de tres meses, se ha atribuido a ser consecuencias de lesiones o enfermedades. Sin embargo, la mayoría de los pacientes continúan experimentando dolores y molestias luego de haber tratado sus condiciones subyacentes. Esto nos trae la interrogante: ¿de dónde viene el dolor?

En el artículo, se establece que un grupo de científicos han hallado que las señales eléctricas que se transmiten en nuestro cerebro, tienen mucho que ver con el momento en el que experimentamos dolor. Resulta que, el dolor es algo muy complejo y totalmente subjetivo, ya que se rige por el cerebro que lo experimenta. De hecho, Bhattacharjee hace referencia a un estudio británico con más de 300 participantes con un mismo padecimiento de dolor de hombro. Los mismos fueron divididos en tres grupos distintos:

  1. El grupo #1 sufrió de una cirugía reparadora,

  2. al grupo #2 le hicieron creer que habían sido operados y

  3. el #3 fue enviado a un médico especialista en hombros.

Los grupos #1 y #2 reportaron haber experimentado alivios similares en sus hombros. Sin embargo, los hallazgos demostraron que el alivio al dolor que los pacientes estaban sintiendo era debido a un efecto placebo y no atribuido al tratamiento o cirugía. Lo que llevó a los médicos a concluir que la reducción de dolor va de la mano con las expectativas de cada paciente, ya que hace que el cerebro libere opioides sintetizados que impiden la señales de dolor en el cuerpo.

Esto es muy positivo porque significa que ¡nuestra mente tiene mucho que ver en si sentimos dolor o no! En KinFloat, Debbie siempre dice: El dolor tiene dos caras. Primero, podría ser una sensación incómoda o desagradable en alguna parte de su cuerpo, podría ser una lesión o enfermedad. Segundo, es una sensación de dolor más allá: tristeza, coraje o falta de auto-compasión. Esto es diferente al dolor físico: no hay dolor físico sin una carga emocional.

Muchas veces, no podemos controlar el dolor físico, pero sí podemos controlar cómo lo enfrentamos. En éxito que hemos visto en los clientes con dolor gracias las terapias pasivas de KinAqua Flow® lo relacionamos con el impacto que tienen en el sistema nervioso central. Se calma y se regula – lo que facilita una respuesta al dolor distinta. La sanación comienza por la segunda cara del dolor: cómo nos enfrentamos a él. Luego que el sistema no está peleando en contra de sí mismo – se facilita una sanación en relación a la primera cara del dolor: la raíz.

Siempre hay un componente emocional con el dolor crónico. No se puede saber si el dolor o la emoción comenzó primero ya que es muy difícil desconectar uno del otro. Es inevitable sentir dolor; pero, al entenderlo mejor y saber cómo manejarlo, podemos mejorar nuestra calidad de vida y sentirnos mejor en general.

Nuestra terapias son un buen lugar para comenzar: llámanos hoy al 787-246-8261.